LUIS CARLOS LOPEZ. POESIA

LUIS CARLOS LOPEZ. POESIA

fue un poeta colombiano (18791950).

Biografía

Luis Carlos López Escauriaza nació en Cartagena de Indias el 11 de junio de 1879, el mayor de once hermanos, en una familia de comerciantes, distinguida pero de escasos recursos económicos. Estudió en escuelas locales hasta el bachillerato (escuela secundaria), a los que añadió estudios de dibujo y pintura. Inició estudios de medicina que tuvo que abandonar con motivo de la Guerra de los Mil Días, cuando fue apresado por el ejército conservador. Posteriormente se dedicó al comercio, en el familiar Almacén López Hermanos, actividad que nunca le satisfizo. Se casó en 1909 con Áurea Marina Cowan, con la que tuvo tres hijos. Tuvo una activa carrera periodística, siendo fundador del periódico La Unión Comercial, de fugaz existencia. Colaboró en diversas revistas como las literarias Líneas y Rojo y Azul, así como en los periódicos La Juventud y La Patria. Abandonado el negocio familiar vivió momentos difíciles desde el punto de vista económico. Ejerció cargos diplomáticos como Cónsul en Múnich desde 1928 y posteriormente, desde 1937, y durante siete años, en Baltimore. Siempre estuvo vinculado a los ambientes literarios de su ciudad natal, donde formó parte de varias tertulias. Muchos de sus contemporáneos le decían “El Tuerto” por su ojo con el que decía no poder ver, aunque en realidad era simplemente estrábico. Falleció en su Cartagena el 30 de octubre de 1950. Su ciudad le dedicó en 1957 como homenaje la escultura Los zapatos viejos esculpida por Tito Lombana, inspirada en su poema A mi ciudad nativa.

Obra poética

Publicó los siguientes libros de poesía:

  • De mi Villorio (Madrid, 1908),
  • Posturas Difíciles (Madrid, 1909),
  • Por el Atajo (1920),
  • Versos (1946)
  • También parte del libro Varios a Varios (1910) en colaboración con Abraham López Penha y Manuel Cervera.

Se pueden mencionar algunos de sus poemas: A mi Ciudad Nativa, Toque de Oración, A un Bodegón, Hongos de Riba, Se murió Casimiro, Canción Burgués, Campesina no dejes, Sepelio”…

Perteneció a la generación centenarista del postmodernismo hispanoamericano al igual que Porfirio Barba Jacob, José Eustasio Rivera, Eduardo Castillo y Leopoldo de la Rosa, llamados así por publicar sus primeros escritos desde 1910, año en el cual se conmemoraron 100 años de la independencia de Colombia.

Su poesía suele clasificarse como parte de la reacción post-modernista, más concretamente en la línea de reacción hacia la ironía sentimental y también tropical . Se trata de un poeta manifiestamente antirromántico, que no idealiza nada de cuanto toca, ni la mujer ni el amor ni la patria.

Por el contrario, Luis Carlos López se burla de sí mismo y de los demás. En sus escritos hay un melancólico tono de desilusión ante la vida, de mirar ante todo la fragilidad pasional del hombre. Escribe poemas sobre su natal Cartagena de Indias y siente simpatía por sus personas y cosas humildes: el cura, el juez, el barbero, el bollo limpio, la batea, su abuela, la tía, etc. Escribe también sobre la flora de su ciudad: el matarratón, la guanábana, el mango, entre otros. En su mundo plástico sobresalen los colores plata, ceniza, amarillo y pardo. Pero todo se contempla a través de la ironía, como sus descripciones perfectamente pictóricas de pueblos o de su misma ciudad, vistos con un aire irónico de ilustración.

Utiliza formas métricas clásicas, sobre todo endecasílabos, formando frecuentemente sonetos.

EDUARDO CASTILLO. POESIA

EDUARDO CASTILLO. POESIA

 

(n. en Zipaquirá en 1889 – f. en Bogotá el 21 de junio de 1938), fue un periodista, ensayista, cuentista, crítico literario y traductor colombiano.

Carrera

Estudió en su ciudad natal y luego en Bogotá, pero sus principales conocimientos los adquirió en forma autodidacta.[1]

Se lo ubica dentro de la llamada “generación del Centenario” (de corriente modernista) surgida alrededor de 1910 en Colombia.

Se desempeñó como crítico, teniendo una columna semanal en la revista Cromos a lo largo de casi 20 años. También trabajó en las revistas Lecturas Dominicales y El Nuevo Tiempo Literario.

Tradujo del francés, inglés, italiano y portugués obras de Samain, Copée, Baudelaire y Wilde, entre otros autores.

En 1928 publicó el poemario El árbol que canta.[2]

Pariente del poeta Guillermo Valencia, fue secretario del mismo, manteniendo una relación de recíproca influencia en sus obras.[3]

Obra

  • 1928 El árbol que canta
  • 2000 Cuentos inéditos (póstumo)